Historia
Si bien, la técnica base no ha cambiado mucho, existen muchas familias que durante generaciones han perfeccionado y modificado la técnica para obtener acabados únicos.
Es el caso de la familia Zarate de Santa María Atzompa, Oaxaca. Añadiendo un paso especial en el acabado de la pieza, previo a su cocción: mezclar piedras específicas con agua para pintar cada pieza, reaccionando con el calor del horno para darle un acabado de color y textura característica conocida como barro blanco.
Proceso
Recolección de barro:
Las y los artesanos acuden al cerro por el barro rojo y se prepara mezclando con agua para amasarlo y que tenga la consistencia adecuada.
Modelado:
Las y los artesanos crean a mano la base de la pieza el torno, para poco a poco darle la forma deseada.
Secado:
Una vez creada la forma de la pieza, se deja secar para darle la forma final.
Terminado:
Para dar la tonalidad blanca, antes de su cocción se cubre la pieza con la mezcla de una piedra molida remojada en agua, es a esta a la que se le conoce como “barro blanco”..
Decoración:
Con herramientas manuales se trazan figuras y símbolos.
Horneado:
Las piezas ingresan a un horno de gas el cual alcanza una temperatura de más de 1000°C grados.
Las piezas, al entrar en las altas temperaturas del horno, se transforman pasando de una tonalidad gris a una bella combinación de un tono naranja al interior y blanco, en el exterior de la pieza.